En nuestro país, desde la segunda mitad del siglo XIX empezó a ser conocida la figura de Santa Claus o “Papa Noel” (San Nicolás) como un personaje que traía los regalos a los niños (los aguinaldos se decía en esos tiempos); pero también, y en paralelo, sobre todo en las provincias del interior del país, se mencionaba que esos regalos llegaban a las casas por obra y gracia del mismo “Niño Manuelito”, esto es, el Niño Dios.
Por otro lado, la cena de Noche Buena tradicional consistía en lechón o gallina, y estaban acompañadas de salsas y ensaladas. No faltaban los dulces y las galletas hechas en casa. Y la taza de chocolate venía con un pastel de Navidad o “bizcocho de frutas secas”.
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